En las clínicas odontológicas existen multiples riesgos derivados de la mala calidad del aire y superficies contaminadas.
El aire puede estar contaminado por microorganismos o por compuestos residuales de los productos químicos usados en las labores propias de la clínica, además las superficies pueden ser refugio de todo tipo de germenes que amenazan la salud tanto de pacientes como del personal de la clínica.
Por su naturaleza, las clínicas dentales emplean diversos químicos como antisépticos, anestésicos o mercurio en sus procedimientos que pueden ser peligrosos para la salud. Estos pueden afectar la salud y crear cuadros de sensibilización, irritación, entre otros.